Escrita y dirigida por Woody Allen, la he tenido sentada por un año aproximadamente, puede que más, y teniendo la ilusión de ser algo parecido a In Bruges, por alguna razón inexplicable tenía eso metido en la cabeza, hoy decidí verla.
Con sus pinceladas de humor, -oscuro por supuesto, y en muy pequeña dosis, casi pasando desapercibido, solo por el personaje interpretado por Ewan McGregor el cual te hace pensar en casi medio país, o quizás más, y por supuesto por la total ignorancia de las damas protagonistas, lo cual a mi personalmente me hizo reír a carcajadas, por ser otro elemento real llevado a la pantalla …de mi laptop en este caso particular- relata la vida de dos hermanos, de la clase trabajadora de Londres, cuyas vidas giran alrededor de sueños masticados por la realidad de sus vidas, y una vida familiar tan típica que es, atípico ver la interacción de sus padres sin que uno de éstos termine matando al otro.
Todo marcha bien, mientras se trata del día a día, de sobrevivir, hasta que en ese manojo de rutina, ambos hermanos se meten en más problemas de la cuenta. Uno por una mujer y el otro, por ser el mismo, y dejarse llevar de su naturaleza compulsiva.
Tres vicios: una mujer y la buena vida, por un lado, y por el otro, las apuestas.
Cual está peor de los dos es discutible, considerando que las apuestas compulsivas con más una enfermedad, como cualquier otro vicio, que la vanidad, la cual en principio puede ser controlada. Realmente quien puede decir con seguridad que la vanidad no es una enfermedad si llevada a términos extremos? Y conozco más de un hombre dispuesto a poner su nombre en juego bajo la afirmación de que las mujeres somos una enfermedad que llevamos a muchos a la locura, y todo lo del medio.
El punto es ese, de que son capaces estos dos hermanos con tal de salir a flote con sus problemas, y cuando pasarse de la raya es exactamente eso.
No es lo mejor de Allen, pero sí de las pocas buenas actuaciones de Colin Farrell, (ok, ok, el tipo no es MAL actor, pero ha elegido malos papeles, y su agente obviamente fue despedido, porque el muchachón tiene unas cuantas películas reivindicatorias, hay que decirlo); Ewan es uno de los mejores actores, con una que otra desgracia por ahí, pero es muy buen actor, (a pesar de que viéndolo hoy, me ha dado la ligera impresión de que le está pasando lo mismo que a Denzel Washington, se está repitiendo él mismo en sus roles) [hace un tiempo me hicieron esa observación sobre Denzel, y obviamente que refuté el argumento hasta más no poder, y analizándolo con la cabeza en blanco, le estoy dando mérito a esas palabras, quizás sea porque es muy limitado, siendo él, poder lanzarse a lo camaleón a nuevos roles, al menos en el aspecto estético, y es preciso aceptar que ese elemento Sí influye en la percepción que se pueda tener de un actor personificando un rol]
a.b.v.n.
ps: si hubiese tenido otro final yo estaría bien decepcionada.
Con sus pinceladas de humor, -oscuro por supuesto, y en muy pequeña dosis, casi pasando desapercibido, solo por el personaje interpretado por Ewan McGregor el cual te hace pensar en casi medio país, o quizás más, y por supuesto por la total ignorancia de las damas protagonistas, lo cual a mi personalmente me hizo reír a carcajadas, por ser otro elemento real llevado a la pantalla …de mi laptop en este caso particular- relata la vida de dos hermanos, de la clase trabajadora de Londres, cuyas vidas giran alrededor de sueños masticados por la realidad de sus vidas, y una vida familiar tan típica que es, atípico ver la interacción de sus padres sin que uno de éstos termine matando al otro.
Todo marcha bien, mientras se trata del día a día, de sobrevivir, hasta que en ese manojo de rutina, ambos hermanos se meten en más problemas de la cuenta. Uno por una mujer y el otro, por ser el mismo, y dejarse llevar de su naturaleza compulsiva.
Tres vicios: una mujer y la buena vida, por un lado, y por el otro, las apuestas.
Cual está peor de los dos es discutible, considerando que las apuestas compulsivas con más una enfermedad, como cualquier otro vicio, que la vanidad, la cual en principio puede ser controlada. Realmente quien puede decir con seguridad que la vanidad no es una enfermedad si llevada a términos extremos? Y conozco más de un hombre dispuesto a poner su nombre en juego bajo la afirmación de que las mujeres somos una enfermedad que llevamos a muchos a la locura, y todo lo del medio.
El punto es ese, de que son capaces estos dos hermanos con tal de salir a flote con sus problemas, y cuando pasarse de la raya es exactamente eso.
No es lo mejor de Allen, pero sí de las pocas buenas actuaciones de Colin Farrell, (ok, ok, el tipo no es MAL actor, pero ha elegido malos papeles, y su agente obviamente fue despedido, porque el muchachón tiene unas cuantas películas reivindicatorias, hay que decirlo); Ewan es uno de los mejores actores, con una que otra desgracia por ahí, pero es muy buen actor, (a pesar de que viéndolo hoy, me ha dado la ligera impresión de que le está pasando lo mismo que a Denzel Washington, se está repitiendo él mismo en sus roles) [hace un tiempo me hicieron esa observación sobre Denzel, y obviamente que refuté el argumento hasta más no poder, y analizándolo con la cabeza en blanco, le estoy dando mérito a esas palabras, quizás sea porque es muy limitado, siendo él, poder lanzarse a lo camaleón a nuevos roles, al menos en el aspecto estético, y es preciso aceptar que ese elemento Sí influye en la percepción que se pueda tener de un actor personificando un rol]
a.b.v.n.
ps: si hubiese tenido otro final yo estaría bien decepcionada.
No comments:
Post a Comment