esclavitud

A la envidia de sus labios y la gracia de una multitud que alaba esos lazos,
Y se extraña a quien más se quiere,
A la envida de los besos que te otorga una demi-diosa,
Brindemos porque en la lluvia corren las penas y en ella, llegamos, deslizados
Donde han enterrado héroes y traidores, donde se pierde la importancia de quien fue quien,
Y donde, todos, a fin de cuentas, salvamos lo que al final perdemos.

A la envidia, ese cáncer contagioso, que le da a cada quien lo suyo,
A la envidia, que te dará lo tuyo,
A ti, a tu envidia, como un vino de un mal año, me he intoxicado,
A la envidia que desde que hay palabras, habita en cada boca.

Maligno, sin querer serlo, podrás,
Abiertas y desplegadas las heridas,
Viviremos como esqueletos,
Cansados,
Llenos de rabia,
Y en cada cortada de sus huesos,
Sabremos quien puede seguir.

Llegamos como esclavos a tomar toda vida
Errados, sin importar,
Y esperaremos saber quien camina,...
Y en la esclavitud de cada esqueleto que llevamos dentro
Levantaremos lámparas para agotar la oscuridad,
Y veremos que nuestras vidas se deslizaron con la lluvia,
Y que todas ellas fueron tomadas por esclavos,
Y veremos que siempre lo fuimos,...
De la carne y los huesos que cargamos.


abvn